
Cadena de pago en el publishing musical: quién interviene y cómo funciona
Conoce la cadena de comunicación entre autores, editoras, discográficas, plataformas y sociedades de gestión colectiva.
En la industria musical, que una canción suene no siempre significa que su autor reciba el pago correcto. Para que las regalías de publishing lleguen a su destino, existe una cadena de comunicación entre autores, editoras, discográficas, plataformas y sociedades de gestión colectiva. Esa cadena depende de metadatos precisos y de estándares internacionales que permiten que todas las partes hablen el mismo idioma.
En este artículo te explicamos, paso a paso, cómo fluye la información y qué datos son imprescindibles para que una obra genere y pague regalías correctamente.
1. Registro de la obra: el punto de partida
Todo comienza cuando se crea y registra una canción. Aquí entran en juego dos tipos de entidades:
- Autores y compositores: quienes escriben la letra y/o música.
- Editoras musicales: encargadas de representar a los autores y administrar sus derechos de publicación.
El registro es fundamental para que la obra esté identificada y protegida. Se usan estándares como CWR (Common Works Registration) y formatos DDEX como MWN (Music Work Notification) para enviar la información de forma estandarizada a las sociedades de gestión colectiva (SGCs).
Metadatos clave en esta etapa:
- Título de la obra: ejemplo: Shape of you
- ISWC (International Standard Musical Work Code): identifica la composición en el entorno internacional de obras. Este código lo asigna una sociedad de gestión colectiva.
- Autores y porcentajes de splits: ejemplo: Ed Sheeran 50%, Steve Mac 25%, Johnny McDaid 25%).
- Datos de grabación vinculada: ISRC (si ya existe la grabación).
Ejemplo práctico:
Un compositor en Colombia registra su canción ante SAYCO, incluyendo todos los autores y sus porcentajes, y la vincula a su editora. Esa información viaja a las sociedades del mundo a través de sus sistemas para que puedan identificar la obra cuando se use.
2. Emparejamiento con la grabación
La obra por sí sola no genera regalías en el entorno digital; debe estar emparejada con una grabación que tenga su propio identificador: el ISRC (International Standard Recording Code).
Este emparejamiento permite que, cuando una plataforma como Spotify reporte un uso, se pueda saber qué composición está detrás de esa grabación.
Metadatos clave aquí:
- ISWC ↔ ISRC link: relación obra-grabación.
- Nombre del intérprete.
- Productor y sello discográfico.
Ejemplo práctico:
Una misma canción (Hallelujah) puede tener decenas de grabaciones (Jeff Buckley, Rufus Wainwright, Pentatonix, etc.). Cada una debe vincularse al ISWC correcto para que el compositor original (Leonard Cohen) reciba sus regalías.
3. Reporte de uso
Cuando la canción suena en plataformas digitales, TV, radio o en vivo, se genera un reporte de uso que indica:
- Qué canción se usó.
- Cuántas veces.
- En qué territorio.
- En qué contexto (streaming, sincronización, ejecución pública).
En el entorno digital, estos reportes suelen enviarse en formatos DDEX como el DSR (Digital Sales Report), que incluyen identificadores y metadatos suficientes para hacer el matching con el catálogo registrado.
Sin embargo, los reportes también pueden llegar en formatos no estandarizados (Excel, CSV, PDF o incluso texto plano).
Metadatos clave en esta etapa:
- ISRC y/o ISWC.
- Nombre de la obra y grabación.
- Plataforma o medio (Spotify, YouTube, radio).
- Fecha y territorio del uso.
- Tipo de uso (stream, descarga, ejecución pública).
4. Procesamiento y matching de datos
La sociedad o editora recibe los reportes y debe hacer el matching:
- ¿Este ISRC/ISWC está en nuestro catálogo?
- ¿Tenemos el porcentaje correcto registrado?
- ¿El uso ocurrió en un territorio donde gestionamos esos derechos?
Si la información está incompleta, las regalías pueden quedar clasificadas como “dinero no identificado” o black box royalties. Por eso es fundamental que la metadata esté completa y normalizada. Ten en cuenta que cada sociedad de gestión tiene sus propias políticas sobre pagos retroactivos: algunas no los realizan en absoluto, mientras que otras establecen plazos, generalmente entre 3 y 5 años.
5. Cálculo y distribución de regalías
Una vez identificado el uso de la obra, comienza el proceso de cálculo y distribución de regalías. En esta etapa intervienen varios actores:
- Plataformas digitales (Spotify, YouTube, Apple Music, etc.) y sociedades de gestión colectiva generan reportes con el detalle del uso: cuántas veces se utilizó la canción, en qué territorio, en qué fecha y bajo qué tipo de uso (stream, descarga, ejecución pública, sincronización).
- Editoras musicales reciben estos reportes, los cruzan con su catálogo y verifican que coincidan con las obras registradas (proceso de matching). Una vez confirmado el uso, aplican:
- El valor pagado por la plataforma o sociedad.
- El tipo de uso y la tarifa aplicable.
- Los splits acordados entre autores y editoras.
- Sociedades de gestión colectiva, cuando actúan como intermediarias, también realizan el cálculo y distribuyen el dinero entre editoras y autores.
6. Pago al autor
Finalmente, la editora o sociedad deposita el dinero al autor, correspondiente a lo acordado en sus contratos, acompañado de un reporte detallado que indica:
- Qué canciones generaron regalías.
- En qué territorios.
- Cantidades correspondientes.
Este último paso cierra el ciclo… hasta el próximo uso.
Los datos son el puente entre la música y las regalías
Un dato mal registrado puede significar que una canción no genere ingresos, aunque se escuche millones de veces. Por eso, para un autor o editora, invertir en metadatos precisos es invertir en ingresos futuros.
Si eres compositor, asegúrate de:
- Registrar correctamente tus obras con ISWC y splits claros.
- Conectar tus obras a las grabaciones correctas con ISRC.
- Mantener tu catálogo actualizado.