
Cómo llegar a artistas y marcas con tus canciones: guía práctica
En esta guía te explicamos las diferencias clave entre componer una canción para un artista y crear música para una marca.
Componer una canción para un artista y crear música para una marca son dos caminos distintos dentro de la industria musical. Ambos pueden ser muy rentables y creativamente gratificantes, pero implican enfoques distintos, acuerdos diferentes y objetivos específicos. En esta guía te explicamos las diferencias clave y te damos herramientas para que sepas cómo preparar, proteger y mover tus composiciones en cada caso.
¿Qué significa componer para artistas?
Cuando compones para un artista, tu canción tiene como destino formar parte del repertorio musical de esa persona o grupo: puede ser lanzada como sencillo, incluirse en un álbum o usarse en giras y presentaciones. El foco está en lo emocional, lo artístico y lo personal.
¿Y cómo llego a un artista con mis canciones?
Entre las labores de los A&R de las editoras está el pitching creativo, donde se presentan tus demos a artistas, managers o productores que estén buscando canciones para nuevos proyectos. Esta práctica se conoce como song pitching, y es una de las formas más comunes de conectar autores con intérpretes.
Otras formas de darte a conocer como compositor:
- Subir tus demos a plataformas como SoundCloud, Bandcamp o YouTube, manteniendo tus datos de contacto claros y visibles.
- Asistir a campamentos de composición, encuentros de autores o sesiones colectivas.
- Conectar directamente en redes con managers, artistas emergentes o productores independientes que busquen repertorio nuevo.
Una canción bien escrita y bien presentada puede abrir muchas puertas. Como nos recordó Paola Vicaria, fundadora de Lucid Dreams Management, en nuestro webinar Unlocking Publishing, es clave que como autor:
- Tu perfil o página comunique claramente quién eres y qué haces.
- Tengas un portafolio o playlist actualizado que muestre tu trabajo.
- No tengas miedo de escribir en redes o por correo a A&Rs, managers o artistas. El “no” ya lo tienes, ¿qué tienes para perder?
Aprende más viendo la conversación completa.
¿Qué significa componer para marcas?
En cambio, cuando compones para una marca (también llamado composición por encargo o ‘work for hire’), el objetivo es distinto: crear una pieza musical que potencie el mensaje de una campaña comercial. Puede ser un jingle, una canción de fondo para un spot, un track instrumental para un video institucional o incluso música para un videojuego o plataforma.
Aquí, la creatividad está al servicio de una necesidad específica. No estás escribiendo desde tus emociones ni para un intérprete, sino para transmitir lo que la marca quiere que el público sienta: confianza, alegría, nostalgia, frescura, poder, etc.
Ejemplo real: Barry Manilow, antes de convertirse en estrella del pop, compuso jingles para marcas como State Farm o McDonald’s. Muchas veces solo recibía una frase (“Like a good neighbor…”) y tenía que crear una melodía que la hiciera inolvidable en menos de 15 segundos.
¿Y qué pasa con los derechos de autor?
Este es uno de los puntos más importantes —y también más distintos— entre ambos caminos.
Cuando compones para un artista:
- Conservas tus derechos de autor sobre la composición.
- Puedes registrar la obra con tu editora o directamente en una sociedad de gestión (SACM, ASCAP, Sayco, etc.).
- Recibes regalías por ejecución pública, reproducción, sincronización, etc.
- El uso de tu canción debe ser licenciado para cada explotación (ej. si se usa en una película o anuncio, se negocia por separado).
Cuando compones para una marca:
- Muchas veces firmas un contrato de “obra por encargo” o buyout, lo que significa que la empresa adquiere los derechos de explotación de la música.
- Recibes un pago único, normalmente por encargo, y no percibes regalías por reproducciones o emisiones.
- La empresa puede usar la música como desee dentro del alcance del contrato (territorio, duración, medios).
- Aun así, tu autoría queda registrada. Incluso si no se usa públicamente, tu nombre está vinculado a la creación.
Importante: En algunos casos —por ejemplo, campañas grandes o marcas globales— se puede negociar un contrato que incluya uso limitado por tiempo o territorio, y eso te permite cobrar nuevas tarifas si se reutiliza más adelante.
¿Cómo puedo llegar a las marcas?
Entrar al mundo de la música para publicidad puede parecer difícil al principio, pero hay caminos claros:
- Conectarte con agencias creativas y productoras de audio: muchas buscan músicos freelance para campañas específicas.
- Registrarte en plataformas de sync o pitching musical como Musicbed, Artlist, Epidemic Sound o Songtradr.
- Participar en catálogos de música de producción (library music), donde los supervisores de música buscan pistas listas para licenciar.
- Trabajar con una editora con equipo de sincronización (sync): una editorial con buena red comercial puede proponer tu música original o encargarte composiciones específicas para briefings de marcas.
Clave: Si compones música con potencial para marcas (instrumental, versátil, emocional, sin letra muy específica), infórmalo a tu editora y asegúrate de registrar correctamente todos los metadatos de la obra (bpm, tono, instrumentos, mood).
Componer para artistas y componer para marcas son dos mundos distintos, pero igualmente valiosos. Ambas rutas pueden generar ingresos, exposición y alianzas si tienes las canciones adecuadas y te rodeas de los aliados correctos.